análisis literario la novela de la posmemoria en Chile

 ANÁLISIS LITERARIO: LA NOVELA DE LA POSMEMORIA EN CHILE 

Nuestro encuentro con la novela de la posmemoria chilena ha sido impactante por dos razones: las dificultades de los hijos de las víctimas para construir su identidad y encontrar su “lugar en el mundo” y porque viene a confirmar nuestras sospechas que los procesos de transmisión genética y continuidad histórica son mucho más complejos y abarcantes de lo que pensábamos. 


La noción de posmemoria  fue empleada por primera vez por Marianne Hirsch a principios de la década de los noventa refiriéndose inicialmente a los descendientes de las víctimas del Holocausto pero su significado posteriormente se generalizó a las hijas e hijos de los perseguidos políticos en cualquier parte del mundo.


La posmemoria se instala en los descendientes de las víctimas con una fuerza tal que implica “crecer con memorias opresivas heredadas, ser dominados por relatos que preceden la propia historia y la propia consciencia significa correr el riesgo de que nuestra propia vida se vea “desarticulada” e incluso vaciada por la de nuestros predecesores. La historia personal se construye pues, aunque de manera indirecta, a partir de los fragmentos traumáticos de acontecimientos que siguen desafiando la reconstrucción narrativa y exceden la comprensión”


Normalmente creemos que un acontecimiento se recuerda tal como ocurrió y así sería si para nosotros sólo estuviera dotado de significado, es decir, si sólo estuviera incluido en él la importancia que tuvo en un determinado momento de su existencia, pero para integrarse en el cúmulo de otros acontecimientos y poder así ser recordado es necesario identificar el sentido que tuvo y reelaborarlo para que sea coherente con otros significados y sentidos que están insertos dentro de nuestra memoria y ese proceso no sólo ocurre en el momento de su incorporación sino durante todo el trayecto vital de la persona, de tal manera que podamos darle a la vida una dirección que nos libere de lo absurdo.


Por las razones expuestas existen  tes destinos para la posmemoria: la posmemoria de la confrontación, la posmemoria de la recomposición y la posmemoria de la conformidad que son los mismos tres tipos en que podemos clasificar la narrativa de la posmemoria.


Novelas de la posmemoria de la confrontación: Pasajeros en tránsito (2012) de Rossana Dresdner;  Álbum familiar de Sara Bertrand (2016); La incapacidad de Daniel Campusano, Un golpe de agua (2014) de Paula Carrasco; La resta (2015) de Alia Trabucco; Máquinas de escribir (2012) de Miguel Lafferte. Novelas de la posmemoria de la recomposición: Fuenzalida (2012) de Nona Fernández; La luz oscura (2013) de Nicolás Vidal; Si ellos vieran (2016), de Nicolás Poblete. Novelas de la posmemoria de la conformidad: La edad del perro (2014) de Leonardo Sanhueza; Italia ’90 (2015) de Juan Manuel Silva.


En cada uno de los tres tipos de novelas los protagonistas están atrapados en un un movilizo social que los abruma.

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