ANALISIS LITERARIO LOS DERECHOS DE HOMBRES Y MUJERES EN LA AGENDA 2030 DE LA CEPAL 2

 ANALISIS LITERARIO LOS DERECHOS DE HOMBRES Y MUJERES EN LA AGENDA 2030 DE LA CEPAL 2


Después de varios días continuamos hablando de la concreción de los derechos de hombres y mujeres en la agenda 2030 de la CEPAL, aclarando eso sí, que no representan la totalidad de la expresión del derecho pues cada uno de ellos es complementado por la legislación concreta del país respectivo.


En esta ocasión nos referiremos al derecho de la salud contenido en el objetivo 3 “Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades”. Para él existen trece objetivos divididos en dos grupos: uno de 9 referidos al objetivo propiamente tal y 4 relacionados a la infraestructura y las condiciones económicas para que puedan cumplirse los otros nueve.


El primero de los 9 tiene que ver con la mortalidad materna, el segundo con las muertes evitables de recién nacidos menores de cinco años, el tercero con el fin de las epidemias  y las enfermedades transmitidas por el agua, el cuarto con reducir la mortalidad de las enfermedades no transmisibles mediante la prevención, tratamiento y promoción, el quinto con la prevención y el tratamiento del abuso de sustancias adictivas, el sexto con las muertes y lesiones por accidentes de trafico, el séptimo con la salud reproductiva, el octavo con la cobertura sanitaria universal incluida la protección contra los riesgos financieros, el acceso a los servicios de salud de calidad, acceso a medicamentos y vacunas inocuas , el noveno con las muertes y enfermedades  causadas por productos químicos peligrosos y por la polución y contaminación del aire, el agua y el suelo.


Respecto del grupo de los cuatro restantes el 3b complementa el número ocho, y el 3d introduce la alerta temprana para la reducción y la gestión de riesgos para la salud nacional y mundial.


Por la novedad que para muchos suponen la salud sexual y reproductiva vamos a profundizar en ella. Necesitamos eso si algunas definiciones previas: 


  1. Salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad, y no solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o malestar. La salud sexual requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia. Para que todas las personas alcancen y mantengan una buena salud sexual, se deben respetar, proteger y satisfacer sus derechos sexuales.
  2. La sexualidad está presente a lo largo de su vida. Abarca el sexo, las identidades y los roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. Se siente y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas, roles y relaciones. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales.
  3. Salud reproductiva es un estado general de bienestar físico, mental y social, y no de mera ausencia de enfermedades o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo y sus funciones y procesos»  En esta definición estaba implícita la capacidad de las personas «de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos» y la capacidad y libertad para decidir procrear, y cuándo y con qué frecuencia hacerlo. Su objetivo declarado es «el desarrollo de la vida y de las relaciones personales y no meramente el asesoramiento y la atención en materia de reproducción y de enfermedades de transmisión sexual» 


Sin perder de vista las definiciones anteriores veamos ahora los aspectos que se pueden incluir en casa uno de los tipos de salud: 


  1. La salud sexual incluye los siguientes aspectos e intervenciones: Prevención de la violencia de género (que puede adoptar muchas formas tanto físicas y sexuales como emocionales) y apoyo y atención a sus víctimas. Recientemente, se ha empezado a utilizar para aludir a la violencia por motivos de la identidad de género o la orientación sexual. Intervenciones complementarias importantes fuera del sector salud son la educación de las niñas en edad de asistir a la escuela secundaria, el empoderamiento económico de las mujeres, el trabajo sobre las masculinidades y los cambios de las normas sociales, y los programas de visitas domiciliarias para reducir el maltrato infantil. Prevención y control del VIH y de otras infecciones de transmisión sexual. Función y orientación psicosexual en relación a la compleja interacción entre varios factores fisiológicos, psicológicos, físicos e interpersonales; el funcionamiento sexual deficiente y las disfunciones sexuales; detección y el manejo de los problemas y dificultades sexuales y el tratamiento de las disfunciones y trastornos sexuales. la orientación psicosexual proporciona a los pacientes apoyo e información u orientación o farmacología específicas relacionadas con sus problemas sexuales, lo cual puede ayudar a que recuperen una actividad sexual satisfactoria; educación e información integrales que implican facilitar información precisa, adecuada a cada edad y actualizada sobre los aspectos físicos, psicológicos y sociales de la sexualidad y la reproducción, así como sobre la salud sexual y reproductiva y la falta de salud para mejorar la comprensión general, así como fomentar aptitudes para apoyar el empoderamiento, valores y actitudes positivos y comportamientos saludables; en el sector educación se puede ofrecer orientación y contenidos normalizados sobre educación sexual integral adaptada a cada edad dentro de los planes de estudios, desde la educación preescolar hasta los niveles universitarios, y se pueden impartir tanto en la escuela como fuera de ella. 


  1. la salud reproductiva incluye los siguientes aspectos e intervenciones: a. Servicios de aborto seguro, b) asistencia prenatal, durante el parto y puerperal, c) orientación y suministro de métodos anticonceptivo, d) tratamiento de la esterilidad, los e) factores socioestructurales del entorno como las normas culturales y sociales en torno a la sexualidad que se manifiestan como: i) el reflejo de valores e ideologías sobre la sexualidad (por ejemplo, «los hombres tienen derecho a controlar el cuerpo de las mujeres» o «las mujeres deben estar en el hogar»), ii) comportamientos que se consideran aceptables o inaceptables (por ejemplo, «es correcto tener relaciones heterosexuales, pero no con personas del mismo sexo») y iii) patrones de comportamiento que se perciben como «normales» (por ejemplo: las relaciones sexuales sin protección; la existencia simultánea de varias parejas sexuales; las relaciones sexuales remuneradas; el abuso y el acoso sexuales; el matrimonio infantil, precoz y forzado; y la mutilación genital femenina); 


f) como los derechos  humanos y derechos sexuales porque la satisfacción de la salud sexual está ligada a la medida en que se respetan, protegen y cumplen los derechos humanos entre los que destacan los siguientes: 1. los derechos a la vida, la libertad, la autonomía y la seguridad de la persona; 2. el derecho a la igualdad y la no discriminación; 3. el derecho a no ser sometido a torturas o a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes; 4. el derecho a la privacidad; 

5. los derechos al grado máximo de salud (incluida la salud sexual) y al nivel máximo de seguridad social; 6. el derecho al matrimonio y a formar una familia con el libre y completo consentimiento de ambos esposos, y a la igualdad dentro del matrimonio y en el momento de disolución de este; 7. el derecho a decidir el número de hijos que se desea tener y el intervalo de tiempo entre los nacimientos; 8. los derechos a la información y a la educación; 9. los derechos a la libertad de opinión y de expresión; y 10. el derecho a la reparación efectiva en caso de violación de los derechos fundamentales. 


Los derechos sexuales constituyen la aplicación de los derechos humanos existentes a la sexualidad y a la salud sexual. Protegen el derecho de todas las personas a satisfacer y expresar su sexualidad y a disfrutar de la salud sexual, con el debido respeto por los derechos de los demás, dentro de un marco de protección frente a la discriminación El grado en que se reconocen y ejercen (o no) estos derechos afecta a varias cuestiones: la libertad para ejercer un control sobre la sexualidad y tomar decisiones relacionadas con ella; la ausencia o presencia de violencia, coacción o intimidación en la vida sexual; el acceso a información, la educación y los servicios de salud sexual y reproductiva; y la protección contra la discriminación por motivos de la sexualidad. 


Los derechos humanos también modelan el entorno jurídico y normativo de la salud sexual, la sexualidad y las intervenciones conexas, y este entorno modifica la influencia de otros factores socioestructurales en la salud sexual (por ejemplo, las ¡normas sociales y las desigualdades de género); las desigualdades socioeconómicas y de género que son el resultado de normas y roles de género, prácticas culturales e institucionales, políticas y leyes, y factores económicos que perpetúan las relaciones desiguales de poder entre mujeres y hombres. 


g) Las desigualdades socioeconómicas consisten en la distribución desigual de los recursos, del acceso a los mismos y del control sobre ellos, la posición social y el poder y los privilegios a causa de factores sociales (por ejemplo, la raza, la etnia, el sexo, la religión y la edad) y económicos (la pobreza o la riqueza). Las desigualdades de género y socioeconómicas se reflejan en las relaciones íntimas e interpersonales, así como a nivel familiar, domiciliario, comunitario, social, institucional y político. Estas desigualdades determinan quién ejerce el poder y el control, y ello incluye la toma de decisiones sobre las relaciones sexuales. Además, en ellas se basan las normas relacionadas con la sexualidad (por ejemplo, las expresiones de la sexualidad que son aceptables), y pueden dificultar el acceso a servicios y recursos; 


g) las leyes políticas, reglamentos y estrategias que establecen parámetros institucionales y de otra índole que influyen en el diseño y la ejecución de programas, intervenciones e investigaciones relacionados con la salud sexual. Por tanto, desempeñan un papel crucial en todos los países y lugares, potenciando o socavando la salud sexual y promoviendo, protegiendo o vulnerando los derechos humanos relacionados con la salud sexual. Esto ocurre con las leyes y políticas nacionales que regulan la prestación de servicios sanitarios, así como las leyes civiles, penales, administrativas y de otra índole que se aplican a las cuestiones relacionadas con la sexualidad y que, por ello, afectan a la salud sexual. El marco legal y normativo también puede servir para que las personas que han visto vulnerados sus derechos humanos utilicen los mecanismos de justicia disponibles, y hace posibles los procesos transparentes de seguimiento y revisión para registrar y mejorar la salud sexual en una población diversa.

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