educación en sexualidad y afectividad según el MINEDUC

 EDUCACION EN SEXUALIDAD Y AFECTIVIDAD SEGUN EL MINEDUC

Con este documento terminamos la serie informativa sobre la propuesta de sexualidad según la ONU y la OMS que forma la base de las propuestas programáticas del MINEDUC en algunos casos he presentado un resumen de documentos, en otros he realizado extractos de contenido, pero siempre me he visto en la obligación de ser extensos para que las ideas  estén expresadas en forma clara, precisa y completa. La idea que dirigió esta tarea fue la de precisar qué se le va a enseñar a nuestros niños y jóvenes.


Dejamos constancia acerca de la obligatoriedad de estos programas para el sistema educativo chileno y por lo tanto la necesidad de conocer estos planteamientos para nuestra toma de decisiones en el rol que nos toque desempeñar.


Entre las temáticas abordadas, se contemplan las definiciones de sexualidad, afectividad y género, las oportunidades curriculares para su formación, los distintos espacios donde se pueden abordar los contenidos en sexualidad, roles y actitudes sugeridas para las y los docentes frente a esta tarea, junto con conceptos y temas claves de acuerdo a los requerimientos por etapa de desarrollo de los estudiantes, entre otros. 


La formación en sexualidad es un ámbito en el que existen múltiples y variadas visiones, dado que implica valores, creencias, convicciones y costumbres que se van transmitiendo de generación en generación; la creciente complejidad de las sociedades, el reconocimiento de la diversidad y la multiculturalidad, la virtualidad de las relaciones que nos permite acceder a un mundo cada vez más globalizado, entre otros, dan cuenta de una creciente multiplicidad de valoraciones y expresiones sociales acerca de la sexualidad y las relaciones afectivas. 


No existe un modelo único sobre formación en sexualidad y afectividad, pero existe consenso en la necesidad de formar niños y jóvenes capaces de asumir responsablemente su sexualidad, desarrollando competencias de autocuidado, de respeto por sí mismos y por los demás, consolidando valores y actitudes positivas que les permitan incorporar esta dimensión a su desarrollo. 


El rol de la familia en este ámbito es prioritario, relevante e ineludible: compete a la familia, en primer lugar, el derecho y el deber de educar a sus hijos, tal como lo reconoce la Ley General de Educación , y le corresponde la responsabilidad primordial en su crianza y desarrollo, teniendo como preocupación fundamental el interés superior de niños y jóvenes . La familia es la base de la afectividad y es el espacio donde se construyen los vínculos primarios, en el que niños y jóvenes comienzan a desarrollar su identidad, incorporando nociones acerca de los afectos, el amor, la experiencia de la maternidad y la paternidad, lo considerado correcto e incorrecto en relación al cuerpo y la sexualidad. La familia contribuye desde su particularidad y sus experiencias en el proceso formativo, transmitiendo a sus hijos los conocimientos y valores sobre sexualidad y afectividad que se ajustan a sus creencias y costumbres; así entendida, la sexualidad humana está en gran medida determinada culturalmente, pero es, a la vez, una experiencia particular que cada sujeto vive de manera diferente según su capacidad de cuestionar, valorar, dar sentido y significado al mundo que le rodea. De allí la importancia de entregar a niños y jóvenes las herramientas que les permitan asumir responsablemente su sexualidad y relaciones de afecto, promoviendo su libertad de conciencia y su autonomía progresiva. 


Sin embargo, las familias no siempre cuentan con las herramientas necesarias para abordar adecuadamente la formación en sexualidad y afectividad de sus hijos; por diversas razones, como desconocimiento, temor o por experiencias dolorosas que les han impedido, incluso de adultos, desarrollar su sexualidad de manera natural y responsable, así como establecer vínculos afectivos sanos, de modo tal, que no les es fácil transmitir valores y sentimientos positivos sobre el tema. Por otra parte, las encuestas dan cuenta de que los adolescentes estiman que existe un bajo nivel de comunicación con sus padres y madres , lo que refleja las dificultades que las propias familias presentan para afrontar el tema. No obstante, la familia no está sola en esta tarea; es deber del Estado garantizar una educación que permita alcanzar el pleno desarrollo espiritual, ético, moral, afectivo, intelectual, artístico y físico de niños y jóvenes, asumiendo la formación en sexualidad y afectividad como dimensión constitutiva del ser humano, ésta debe ser abordada a través del proceso educativo en escuelas y liceos, resguardando la autonomía de los establecimientos educacionales y en concordancia con su Proyecto Educativo Institucional. De esta manera, el sistema escolar tiene el deber de hacerse cargo, como complemento al rol prioritario de la familia, de la formación en sexualidad y afectividad, apoyando que niños y jóvenes accedan a una educación oportuna y adecuada a su edad. Ella debe proporcionarles información científicamente rigurosa, clara y veraz, enmarcada en un contexto de afectividad, que les permita desarrollarse plena e integralmente, garantizando, a la vez, “la libertad de pensamiento y conciencia de los ciudadanos, asegurando la expresión de las diversas orientaciones y concepciones presentes en nuestra sociedad” . 


Los niños y jóvenes son seres sexuados, que requieren del acompañamiento, orientación y apoyo por parte de los adultos para descubrir y valorar esta dimensión de su desarrollo como sujeto integral. De ahí la relevancia que cobra la formación que se brinda desde la familia y la escuela, abordando esta dimensión de manera positiva y entregando oportunidades de aprendizajes significativos para su vida cotidiana. En este proceso formativo se requiere de la participación activa de los padres, madres y apoderados, tanto como actores individuales, como a través de las instancias de participación que les competen (Centro de Padres y Apoderados, Consejo Escolar), no en calidad de espectadores sino interviniendo con ideas, propuestas y disposición. 


En la definición de la Organización Mundial de la Salud, la sexualidad integra elementos físicos, emocionales, intelectuales, culturales y sociales, que deben ser desarrollados a través de medios que sean positivamente enriquecedores y que potencien en las personas la comunicación y el amor. Señala también que en la sexualidad intervienen las emociones y/o sentimientos, la relación con el cuerpo y sus procesos y los conocimientos sobre él. La sexualidad es una dimensión central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca el sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual; se vive y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, roles y relaciones interpersonales. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales. Esta comprensión integradora de la sexualidad humana adquiere pleno sentido al plantearse conjuntamente con el desarrollo afectivo. 


La afectividad es, también, una dimensión del desarrollo humano, se refiere a un conjunto de emociones, estados de ánimo y sentimientos que permean los actos de las personas, incidiendo en el pensamiento, la conducta y la forma de relacionarse con uno mismo y con los demás. Una afectividad sana se desarrolla a partir de diversos componentes, entre los cuales se encuentran los vínculos tempranos de apego y cuidado, la conformación de una autoestima positiva y la posibilidad de desarrollar relaciones de confianza e intimidad con otros. Un desarrollo afectivo sano apunta directamente al desarrollo de una sexualidad sana y responsable. Por lo tanto, formar en sexualidad implica la educación de una sexualidad responsable, ligada a la dimensión emocional y afectiva, que debe apuntar al desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes que permitan a niños y jóvenes tomar decisiones informadas, autónomas y consecuentes. 

Uno de los objetivos centrales de la formación en sexualidad y afectividad debe ser reducir los riesgos asociados al inicio precoz de las relaciones sexuales y a la consolidación de vínculos afectivos consistentes. Otro aspecto que ratifica la necesidad de abordar la formación en sexualidad, afectividad y género, es el alto índice de violencia declarada entre las parejas jóvenes: El aprendizaje de estos jóvenes se basa en relaciones abusivas y controladoras, que les impedirán establecer en lo sucesivo relaciones afectivas sanas y respetuosas, así como desarrollar armónicamente su sexualidad. De allí la relevancia de abordar el tema de manera clara y directa, ofreciendo a niños y jóvenes las herramientas necesarias para que logren relacionarse de la mejor manera, lo que les permitirá finalmente un crecimiento integral. Formar en sexualidad, afectividad y género es, por lo tanto, una necesidad urgente y prioritaria, que compete en primer lugar a la familia y luego a las instituciones educativas.


El enfoque formativo aborda la educación integral de niños, niñas y adolescentes como un proceso continuo, permanente y participativo, construido en conjunto con otros, con el apoyo del grupo familiar, la institución escolar y otros agentes educativos y sociales. La formación debe orientarse a desarrollar armónica y coherentemente todas y cada una de las dimensiones del ser humano (ética, espiritual, intelectual, afectiva, estética y física), con el fin de lograr su realización plena en la sociedad. Esto significa concebir a la persona como un ser individual y social, articulando las experiencias y conocimientos provenientes de las diferentes disciplinas de estudio, con las experiencias y conocimientos del ámbito personal y social, de modo que se complementen en la experiencia de vida del y la estudiante, capacitándolos para conducir sus vidas en forma satisfactoria 


Formar en sexualidad, afectividad y género, implica, necesariamente, un componente preventivo, expresado en el desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes que permitan formar personas autónomas, capaces de tomar decisiones personales y de anticiparse a las situaciones. En este sentido, la dimensión preventiva implica superar la noción de riesgo y no se limita a informar o prohibir, sino que proyecta hacia una formación que actúa con anticipación. Esta formación requiere tener presente que no existe una relación lineal entre lo que se enseña y lo que un sujeto aprende, así como el reconocimiento de que en todo aprendizaje hay un proceso de enseñanza que puede venir dado por uno mismo o los demás y que de una misma situación cada quien puede aprender cosas diferentes, precisamente debido a que en el proceso de aprendizaje inciden las experiencias, trayectorias y recursos personales. 


El currículum nacional aborda aquellos conocimientos, habilidades y actitudes que favorecen el desarrollo integral de los estudiantes y su desenvolvimiento en distintos ámbitos, constituyendo el fin del proceso educativo. 


En las nuevas Bases Curriculares, 2012, aparecen los Objetivos de Aprendizaje Transversales, que establecen metas de carácter comprensivo y general para la educación escolar, referidas al desarrollo personal, intelectual, moral y social de los estudiantes. Se trata de objetivos cuyo logro depende de la totalidad de elementos que conforman la experiencia escolar. Esto significa que deben ser promovidos a través del conjunto de las actividades educativas durante el proceso de la Educación General Básica, sin que estén asociados de manera exclusiva con una asignatura o con un conjunto de ellas en particular. Los Objetivos de Aprendizaje Transversales se logran mediante las experiencias en las clases, en los recreos y en las fiestas escolares, entre otras instancias de la vida escolar. Deben ser promovidos en estos espacios a partir de los aprendizajes de las asignaturas, los ritos y normas de la escuela, los símbolos, los modales, el ejemplo de los adultos y las dinámicas de participación y convivencia, entre otros aspectos.” El carácter transversal de estos objetivos señala que el tema de la afectividad, la sexualidad y el género debe ser desarrollado en todos los ámbitos de aprendizaje de la vida escolar, de manera que no queda reducido a un grupo de asignaturas como Biología o Religión, por ejemplo, sino que ha de estar presente en todas las asignaturas y sectores de aprendizaje. Por otra parte, la transversalidad trasciende el ámbito exclusivo de los contenidos mínimos de aprendizaje, de manera tal que, por ejemplo, la convivencia escolar, la relación profesores/estudiantes, el proyecto educativo, etc., son también instancias donde se pone en juego la educación en sexualidad, afectividad y género. Lejos de situar a la educación sexual como una «asignatura más», otorgando una visión parcial de ésta a los estudiantes, el curriculum la incorpora y retroalimenta desde los distintos enfoques y saberes permitiendo que los y las estudiantes logren una visión integrada de ésta, superando el reduccionismo biológico que predominó por años en esta materia. 


La formación integral de los y las estudiantes que atañen a su sexualidad, afectividad y género, necesariamente lleva a la educación a abordar temáticas y ámbitos del desarrollo personal, intelectual, moral y social de éstos, tales como: Desarrollo personal y autoestima: conocimiento de sí mismo, valoración de sí mismo, identidad y sexualidad, proyecto de vida, cuidado y respeto por el cuerpo. Afectividad: la amistad, el atractivo, el enamorarse, la relación de pareja, el compromiso, la comunicación en la pareja, la expresión de sentimientos, etc. Habilidades sociales: tolerancia, empatía, asertividad, relaciones interpersonales, capacidad para resistir a la presión, resolución de conflictos, pensamiento flexible y abierto a cambio, aceptación de la diversidad, etc. Vida familiar: significado y valor de la familia, sentido de pertenencia, la institución familiar en la sociedad, relaciones familiares, comunicación padres e hijos, etc. Roles y estereotipos sexuales: el rol del hombre y de la mujer en la sociedad, el valor de la complementariedad entre los sexos, igualdad de oportunidades, derechos y deberes, etc. Valores y sexualidad: amor, respeto mutuo, responsabilidad, fidelidad, apertura a la vida, compromiso, valoración del otro. Los derechos sexuales permiten regular y tener control autónomo y responsable sobre todas las cuestiones relativas a la sexualidad, sin ningún tipo de coacción, violencia, discriminación, enfermedad o dolencia. Para las mujeres los derechos sexuales tienen un especial significado, pues involucran el derecho a ser tratadas como personas integrales y no como seres exclusivamente reproductivos y a ejercer la sexualidad de manera placentera sin que ésta conlleve necesariamente un embarazo. Los derechos reproductivos permiten a las personas tomar decisiones libres y sin discriminaciones sobre la posibilidad de procrear o no, de regular la fecundidad y de disponer de la información y medios para ello. También implica el derecho de tener acceso a servicios de salud reproductiva que garanticen una maternidad segura, la prevención de embarazos no deseados y la prevención y tratamiento de dolencias del aparato reproductor como el cáncer de útero, mamas y próstata. Derechos sexuales y reproductivos15, planificación familiar, toma de decisiones responsable, educación de los hijos, etc. Etapas del ciclo vital: desde la concepción hasta la adolescencia, acompañado por el desarrollo y valoración de la propia imagen corporal. Desarrollo del juicio moral: toma de decisiones, reflexión crítica, dilemas morales, etc. Prevención de situaciones de riesgo: embarazo precoz, VIH-SIDA, ITS, abuso y violencia sexual, violencia de género, violencia en la pareja, etc. 



Para la educación de la sexualidad y la afectividad hay que tener en cuenta: La práctica docente en el aula: Los profesores son adultos significativos para los niños y niñas en cuanto a la formación de su identidad, el desarrollo de su autoestima, la formación ciudadana, las normas para la convivencia social, etc. Ellos están llamados a incorporar contenidos, metodologías, estrategias y materiales educativos que pongan en juego nuevas capacidades y habilidades transversales. El sistema organizacional y las relaciones humanas al interior del establecimiento educativo: El clima de convivencia escolar al interior del establecimiento educativo está marcado por estilos de relaciones humanas, donde temas como la sexualidad, la afectividad y el género, la convivencia democrática y la resolución de conflictos, cobran especial relevancia. 


En estos espacios conviven hombres, mujeres, adolescentes, niñas y niños, que aprenden actitudes, habilidades y formas de relacionarse que estarán presentes a lo largo de su vida. Es por ello, que se hace necesario favorecer un ambiente de confianza y respeto mutuo, de manera de contribuir a la conversación abierta, participativa y respetuosa, con todos los actores de la comunidad educativa. Actividades especiales: La formación también se asume a través de actividades extraescolares, a lo largo del año escolar, mediante talleres optativos para estudiantes, escuela para padres y madres, encuentros formativos padres hijos/as, entre otras. Las normas de convivencia en el establecimiento educativo: Los Reglamentos Internos, en relación a las normas de convivencia, son un instrumento que permite orientar el comportamiento de los diversos actores que conforman la comunidad educativa, a través de normas y acuerdos que definen los comportamientos aceptados, esperados o prohibidos. En este sentido, el establecimiento deberá cautelar el trato equitativo entre y hacia las y los estudiantes, de manera de no generar diferencias que provoquen discriminación por género Ejemplo cotidiano: El ejemplo cotidiano ofrecido por profesores, directivos/as, asistentes de la educación y los propios estudiantes, debería reflejar actitudes que dignifiquen el respeto por el otro, la convivencia democrática, el autocuidado, el cómo se enfrentan y resuelven los conflictos de la vida cotidiana en el establecimiento, la valoración de la propia sexualidad. etc.


En las Bases Curriculares así como en el Marco Curricular, ambos vigentes, se mantienen los Objetivos Transversales, siendo coherentes con el concepto de educación establecido en la Ley General de Educación(LGE), en relación a otorgar una formación más integral a los y las estudiantes; que responda a las necesidades educativas, promoviendo un mayor desarrollo personal y una formación ética, moral, afectiva, intelectual, artística y física, que les permita enfrentar con seguridad los desafíos del futuro y hacer un aporte real a la construcción de un mundo mejor. Educar en sexualidad, afectividad y género, necesariamente debiese tener en cuenta entre sus contenidos la información, los conceptos, los procedimientos (estrategias, destrezas, habilidades) y las actitudes referidas a valores y normas. No se trata solamente de adquirir conocimientos, sino también habilidades de comunicación, asertividad y capacidad de actuar para resolver conflictos y tomar decisiones. La información, sin duda, será una condición necesaria para las conductas saludables, pero también es preciso adquirir habilidades que fomenten conductas que son adecuadas socialmente. Por ejemplo, muchos niños, niñas y adolescentes cuentan con información bastante cabal sobre las prácticas de riesgo y las prácticas seguras, pero a pesar de ello no actúan en coherencia y responsabilidad con estos conocimientos, es en este punto donde cobran especial relevancia los aprendizajes integrales y significativos para los y las estudiantes. De esta forma tenemos que: En el ámbito de los conocimientos los aprendizajes deben ser significativos y pertinentes, en términos de promover un aprendizaje con sentido, donde los estudiantes utilicen sus conocimientos previos para construir un nuevo aprendizaje, así respecto a los aprendizajes nuevos logren construir, modificar, diversificar los previos, estableciendo una nueva forma de conexión, enriqueciendo sus conocimientos sobre el mundo físico, social, y potenciando su crecimiento personal. Por otra parte, estos aprendizajes deben dar respuesta a los problemas y conflictos más urgentes que los y las estudiantes experimentan, favoreciendo que ellos sean capaces de hacer un análisis y comprensión de la realidad. Es decir, que elaboren sus propios juicios críticos ante los problemas y conflictos sociales, siendo capaces de adoptar frente a éstos actitudes y comportamientos basados en valores aprendidos en la familia y la escuela y que son asumidos y ejercidos libremente. En el ámbito de las habilidades se debe preparar a los y las estudiantes para la vida, entendiendo que la educación no tiene solo una misión puramente intelectual, dirigida a la acumulación de conocimientos; sino que más bien su objetivo es preparar a las personas para actuar en situaciones de la vida real. Se forma para llegar a ser competente en el desempeño de las prácticas establecidas de una comunidad, de manera de poder interactuar y coordinarse con ellas, de adquirir predisposiciones y los valores que le permiten integrarse en un orden compartido, y así participar en la cultura como un sujeto plenamente responsable de su libertad. En el ámbito de las actitudes la educación debe desarrollar competencias esenciales, en torno a la adquisición de disposiciones personales y de interacción social: desarrollo personal, autoestima, sociabilidad, autocontrol, integridad y responsabilidad individual, autonomía de acción guiada por valores y principios éticos, logro de la identidad personal y social, madurez emocional y afectiva, adquisición de hábitos y métodos de trabajo, actitudes básicas de convivencia de grupo, tolerancia, respeto, habilidad de colaborar, solicitar cooperación, hacer promesas y asumir sus compromisos; dotándolos de la capacidad y decisión de cumplir sus deberes y exigir sus derechos como miembro de la comunidad. Es importante señalar que al formar en sexualidad, afectividad y género se debe fomentar una actitud positiva, que hable de desarrollar habilidades y competencias para tomar decisiones bien informadas, que incorpore conocimientos sobre el crecimiento, la sexualidad, la afectividad y el género, en términos de una vida saludable, en un contexto de igualdad y bienestar psicológico, corporal y psicosocial. Se debe tratar el tema de manera integral, relevando la dimensión afectiva relacionada con el desarrollo de la autoestima positiva, unida al aprendizaje de estrategias de socialización. 


18 6. FORMACIÓN EN SEXUALIDAD, AFECTIVIDAD Y GÉNERO DE ACUERDO A LOS REQUERIMIENTOS DE CADA ETAPA DE DESARROLLO La formación en sexualidad, afectividad y género debe constituirse en un aprendizaje transversal, presente a lo largo de toda la trayectoria educativa, adecuando sus contenidos, estrategias y metodologías a las necesidades de desarrollo de niños, niñas y adolescentes. Algunos temas pueden ser abordados en las diversas etapas, pero con grados crecientes de complejidad, que vayan en relación a la propia experiencia vital de los y las estudiantes. Durante la primera etapa escolar (4-6 años), la experiencia de los niños y niñas está fuertemente ligada a la vida familiar y al descubrimiento de nuevas relaciones con otras personas, más allá de su núcleo familiar inmediato. Así, los temas relevantes están vinculados con la comprensión de qué es la familia, las relaciones de amistad, el respeto y la tolerancia, la relación con su cuerpo, el resguardo de su intimidad e integridad física y la conformación de una autoimagen sana y positiva de sí mismo. Entre los 6 y 12 años, niños y niñas adquieren mayor conciencia de su entorno y son capaces de considerar otros puntos de vista. Las diferencias físicas entre niños y niñas se vuelven más evidentes, por lo que al final de ella, algunos niños y niñas empiezan a manifestar signos claros del inicio de la pubertad y a ser más conscientes de los cambios que ocurren a su cuerpo. Se consolidan las relaciones afectivas con otros niños y niñas, desarrollan su capacidad de razonamiento lógico y adquieren mayor conciencia de la existencia de costumbres, creencias y experiencias diferentes a las que han experimentado en sus familias. En esta etapa, temas como familia y relaciones de amistad son determinantes y los temas de la etapa anterior deben ser abordados con mayor profundidad, incorporando contenidos relacionados con la toma de decisiones, la influencia del grupo de pares y el desarrollo de habilidades comunicativas y de negociación. Durante la etapa adolescente, de 12 a 18 años, la conformación de un proyecto de vida saludable y gratificante adquiere centralidad, además de ser, para muchos adolescentes, una etapa de inicio de la actividad sexual. Los pares adquieren protagonismo y tiende a agudizarse el distanciamiento con la familia. Se requiere, por lo tanto, fortalecer recursos personales como la autoestima, la autonomía emocional, la confianza en sí mismo y el autocuidado. Entre los contenidos relevantes a desarrollar durante esta etapa, están las emociones, el romance, la atracción, el enamoramiento, el placer y las relaciones de pareja, por lo que es fundamental abordar los estereotipos, mitos y creencias que pueden generar relaciones abusivas, entregando las herramientas para enfrentarlo asertivamente y lograr un adecuado desarrollo y expresión de su sexualidad y afectividad. Se requiere desarrollar y fortalecer en los adolescentes las habilidades comunicativas, la empatía y la asertividad, la capacidad de decidir responsablemente sobre su comportamiento sexual y sus consecuencias, de desarrollar un pensamiento crítico en relación a la influencia de los medios de comunicación y grupos de pares en relación a la sexualidad; igualmente, se hace necesario abordar la elaboración de sus proyectos de vida, considerando su condición de sujeto de derechos y deberes en búsqueda de su realización como ser individual y su contribución a la sociedad, asumiendo responsablemente compromisos consigo mismo y los otros. 


CONTENIDOS Y TEMAS CLAVE PARA LA FORMACIÓN EN SEXUALIDAD, AFECTIVIDAD Y GÉNERO Concordante con los objetivos planteados, UNESCO entrega orientaciones técnicas para educación en sexualidad. A continuación se sugieren algunos contenidos y temas claves a ser desarrollados, graduados según etapas de desarrollo. Nivel Básico: 6-12 años Concepto clave 1: Las relaciones afectivas Tema: Familia Contenidos: Los diferentes tipos de familia (por ejemplo, biparentales, monoparentales, familias encabezadas por menores o por apoderados, familias nucleares o ampliadas, familias no tradicionales, etc.). La familia como primer espacio donde aprender a relacionarnos con otros, a construir la autoimagen y asumir roles y responsabilidades. La familia como fuente de aprendizaje de valores y actitudes que influyen en el desarrollo de la sexualidad, afectividad y género. Tema: Amistad, amor Contenidos: Qué significa e implica la amistad, el amor. Diferentes formas de expresar amistad y amor. Tema : Tolerancia y respeto Contenidos: Los derechos y deberes de los niños, niñas y jóvenes. El valor de la tolerancia, el respeto, la aceptación de uno mismo y los demás, la no discriminación y la comunicación en las relaciones. 17 Orientaciones Técnicas Internacionales sobre Educación en Sexualidad, Volumen N°2, Temas y objetivos de aprendizaje. UNESCO, 2010. 21 Concepto clave 2: Valores, actitudes y habilidades Tema: Valores, actitudes Contenidos: Cómo y dónde aprendemos valores. Cómo influyen nuestros valores y actitudes en las relaciones. Los valores y actitudes asociados a la sexualidad y al género. Tema: Normas e influencia del grupo de pares Contenidos: Las normas y reglas como consenso para relacionarnos con los otros. La autoimagen, el sentido de pertenencia, los grupos de pares. La influencia de los grupos de pares en mi comportamiento. Tema : Toma de decisiones Contenidos : La capacidad, posibilidad y derecho de las personas de escoger. La toma de decisiones como un aprendizaje y la responsabilidad progresiva. Habilidades necesarias para tomar decisiones. Tema: Comunicaciones y habilidades de negociación y rechazo Contenidos: La importancia de la comunicación y los diferentes tipos de comunicación. La comunicación y las relaciones. La habilidad de comunicar sentimientos y emociones. Los conflictos, la habilidad de negociación y el rechazo. Tema: Cómo encontrar ayuda y apoyo Contenidos: El resguardo del derecho a recibir ayuda y protección. 22 Las conductas de bienestar y autocuidado (la intimidad de la persona y su integridad corporal, responsabilidad con su cuerpo y el de los demás). Los adultos de confianza (los adultos como principales responsables de la integridad física y emocional de los niños y redes apropiadas de ayuda). Cuándo pedir ayuda y apoyo. Concepto Clave 3: Cultura, sociedad y derechos humanos Tema: Sexualidad, cultura y legislación Contenidos: Diferencias entre sexo, sexualidad y género. Los roles que asumimos como mujer u hombre en la familia, los grupos de amigos y la escuela. Los derechos y deberes de los niños, niñas y jóvenes. Tema: Sexualidad y medios de comunicación Contenidos: Los diferentes medios de comunicación. El impacto de los medios de comunicación sobre nuestras actitudes y comportamientos relacionados con la sexualidad. Tema: La construcción social del Género Contenidos: El género y los estereotipos de género (ejemplos de estereotipos basados en género son: creer que los hombres son mejores para las áreas de matemáticas y ciencias y que las mujeres son mejores en las áreas de humanidades o artísticas, creer que los hombres son mas activos, agresivos y valientes y que las mujeres son mas pasivas, sumisas e inseguras, entre otros). La familia y la escuela como fuentes de aprendizaje sobre género y estereotipos de género (en la familia y la escuela reproducimos creencias, valores y comportamientos sobre roles y normas culturales y sociales relacionadas con género). Por qué es importante el enfoque de género19 (es importante porque nos permite reconocer las capacidades que tienen los hombres y las mujeres, que aun siendo diferentes, tienen el mismo derecho de disfrutar por igual de las oportunidades, los recursos y la valoración social). La importancia de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. (es importante porque se reconoce y se brinda tanto a hombres como a mujeres los mismos espacios, posibilidades y recursos para que desarrollen en plenitud todo su potencial como personas individuales y sociales.) Los estereotipos son imágenes simplificadas de las personas y de la realidad, hacen percibir a los sujetos no como individuos, sino como miembros de un grupo. Los estereotipos de género reflejan las creencias populares sobre las actividades, roles y rasgos que distinguen a las mujeres de los hombres, organizan su conducta en función del género y establecen características que serían comunes a todas las mujeres y a todos los hombres. Enfoque de género en el espacio educativo. Mineduc 2012. Enfoque de género: se refiere a las formas de relacionarse y las oportunidades de desarrollo que tanto hombres como mujeres tienen en la sociedad. Enfoque de género en el espacio educativo. Mineduc 2012.Concepto clave 4: El proceso de desarrollo humano Tema: Anatomía y fisiología sexual y reproductiva Contenidos sugeridos: Conocimiento del propio cuerpo como hombre y como mujer. Los cambios corporales y sociales a medida que las personas crecen. Características de la pubertad. La intimidad de la persona y su integridad corporal (conductas de autocuidado y bienestar corporal). Tema: Imagen del cuerpo Contenidos sugeridos: El conocimiento sobre el propio cuerpo. Reconocer que todos los cuerpos son diferentes y merecedores de respeto. La importancia de valorar y sentirse cómodo con su propio cuerpo. La influencia de los ideales culturales y estereotipos sociales en la imagen corporal. Nivel media: 12 a 18 años Concepto clave 1: Las relaciones Tema: Amistad, amor y relaciones Contenidos sugeridos: Los diferentes tipos de relaciones que establecemos a lo largo de la vida. Las relaciones basadas en respeto mutuo versus relaciones abusivas. Cómo influyen los estereotipos sociales en las relaciones. Expectativas y percepciones en sus propias relaciones. Tema: Tolerancia y respeto Contenidos sugeridos: Los derechos y deberes de los niños, niñas y jóvenes. La importancia del respeto mutuo, la tolerancia, la no discriminación y la comunicación, el consentimiento y la responsabilidad en las relaciones. La importancia del respeto y la tolerancia hacia las diferencias físicas, imagen corporal y orientación sexual. Tema: Compromiso a largo plazo, el matrimonio y la crianza de hijos e hijas Contenidos sugeridos: El proyecto de vida, las expectativas personales en la relación de pareja. Principales responsabilidades del matrimonio y de los compromisos a largo plazo. Competencias parentales y responsabilidad de hombres y mujeres en la crianza de los hijos. Valores, actitudes y fuentes de aprendizaje sexual Tema: Valores, actitudes y fuentes de aprendizaje sexual Contenidos sugeridos: Diferentes fuentes de valores, actitudes y aprendizaje sexual. La importancia de conocer las creencias, actitudes y valores propios y cómo influyen en nuestro comportamiento sexual y reproductivo. Tema: Normas e influencia del grupo de pares en el comportamiento sexual Contenidos sugeridos: Cómo las normas sociales y la influencia de los grupos de pares afectan las decisiones y el comportamiento sexual. Habilidades para resistir la presión de grupos de pares. Tema: Toma de decisiones Contenidos sugeridos: Ventajas, desventajas, consecuencias y responsabilidades de las decisiones en torno a nuestro comportamiento sexual. Las emociones como un factor importante en las decisiones sobre el comportamiento sexual. Tema: Comunicación y habilidades de negociación y rechazo Contenidos sugeridos: La importancia de los derechos sexuales y reproductivos. Los límites personales en relación a nuestro comportamiento sexual. La asertividad en las relaciones de pareja. La importancia del mutuo consentimiento en las relaciones de pareja. Tema: Cómo encontrar ayuda y apoyo Contenidos sugeridos: La legislación en relación al resguardo de derechos sexuales y reproductivos. Cómo identificar y denunciar relaciones abusivas. Diferentes fuentes apropiadas de ayuda. Concepto clave 3: Cultura, sociedad y derechos humanos Tema: Sexualidad y medios de comunicación Contenidos sugeridos: La influencia de los medios de comunicación en nuestro comportamiento sexual. Normas culturales y fuentes de mensajes de importancia relativos a la sexualidad. Tema: La construcción social del género Contenidos: Prejuicios y discriminación basados en género. Diferentes factores que influyen sobre el comportamiento sexual y la identidad de género. La desigualdad de género como factor que influye en la violencia, abuso y coerción sexual. Estrategias orientadas a reducir la violencia basada en género, la violencia y abuso sexual. Concepto clave 4: El proceso de desarrollo humano Tema: Anatomía y fisiología sexual y reproductiva Contenidos sugeridos: Distinguir entre los aspectos biológicos y sociales del sexo y del género. Estrategias de reducción de riesgo destinadas a prevenir embarazos no planificados y las ITS. 26 Tema: Imagen del cuerpo Contenidos sugeridos: La imagen del propio cuerpo puede afectar la forma de relacionarnos con los otros. Estereotipos en torno a la imagen corporal. Concepto clave 5: Comportamiento sexual Tema: Intimidad, integridad del cuerpo y comportamiento sexual Contenidos sugeridos: Prácticas sexuales seguras. Diferentes expresiones de sexualidad durante el ciclo de vida. Actitudes acerca de la identidad sexual. Tema: Salud sexual y reproductiva. Factores de riesgo Contenidos sugeridos: La cultura, los grupos de pares y el género pueden afectar las decisiones personales sobre el comportamiento sexual. Los comportamientos sexuales, sus consecuencias y responsabilidades. El embarazo no planificado, la prevención del VIH/SIDA e ITS. Prevención del abuso sexual y la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes. 27 Abuso sexual infantil Se refiere a cualquier conducta de tipo sexual que se realice con un niño o niña, incluyendo las siguientes situaciones: 1. Tocación de genitales del niño o niña por parte del abusador/a. 2. Tocación de otras zonas del cuerpo del niño o niña por parte del abusador/a 3. Incitación por parte del abusador/a a la tocación de sus propios genitales 4. Penetración vaginal o anal o intento de ella ya sea con sus propios genitales, con otras partes del cuerpo (Ej.: dedos), o con objetos (Ej.: palos), por parte del abusador/a. 5. Exposición de material pornográfico a un niño o niña (Ej.: revistas, películas, fotos) 6. Contacto bucogenital entre el abusador/a y el niño/a. 7. Exhibición de sus genitales por parte del abusador/a al niño o niña. 8. Utilización del niño o niña en la elaboración de material pornográfico (Ej.: fotos, películas). Estas situaciones se pueden dar, ya sea en forma conjunta, sólo una de ellas, o varias y pueden ser efectuadas en un episodio único, en repetidas ocasiones o hasta en forma crónica por muchos años. Acoso sexual Es un comportamiento o acercamiento sexual no deseado por la persona que lo recibe y que provoca efectos perjudiciales en el ambiente laboral y educativo, y afecta el desempeño, el cumplimiento y el bienestar personal de la persona acosada. Los acercamientos pueden ser desde miradas a invitaciones o comentarios insinuantes. Igualmente, se trata de una acción que se dirige a exigir, manipular, coaccionar o chantajear sexualmente a una persona del sexo opuesto o del mismo sexo y que procura obtener algún tipo de gratificación a cambio. Afectividad Es una dimensión del desarrollo humano, que se refiere a un conjunto de emociones, estados de ánimo y sentimientos que permean los actos de las personas, incidiendo en el pensamiento, la conducta y la forma de relacionarse con uno mismo y los demás. 

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