analisis literario los escandalos del presidente 2
ANÁLISIS LITERARIO: LOS ESCÁNDALOS DEL PRESIDENTE 2
En el artículo anterior decíamos que el presidente promovió tres escándalos en su cuenta pública de los cuales desarrollamos uno, ahora nos corresponde los otros dos: transformar Punta Peuco y prohibir las importaciones que provengan de la franja de Gaza y de empresarios israelí.
La idea de transformar Punta Peuco en una cárcel común ha provocado distintos tipos de reacciones: humanitarias y políticas; de aceptación y rechazo. Entre las humanitarias se destaca la del rechazo de no aumentar inútilmente los sufrimientos de los presos; aspecto que estoy totalmente de acuerdo si la preocupación se extendiera a toda la población penal y espero que alguna vez eso ocurra, pero como no es así, la rechazo por atentar lo que yo creo debiera ser la igualdad ante la ley, no de la manera restrictiva en que está definida legalmente. Es indudable que ante la propuesta, los partidarios del gobierno militar se iban a oponer pues esto le quita legalidad a lo hecho en ese período y a las justificaciones legales que en ese tiempo y aún ahora se esgrimen. Pero nosotros no creemos que este sea un asunto de tal tipo sino de humanidad.
Como justificación de la aceptación política de la propuesta está el hecho indiscutible que las violaciones de los derechos humanos por parte de esas personas formaron parte de una política de violencia de parte del Estado y el hecho que tuvieran derecho para ejercerla se ve corroborado por la existencia de un penal que otorga privilegios. Estoy de acuerdo con la propuesta pues implica la eliminación de un símbolo de justificación de la violación de los derechos humanos y una aceptación que el progreso económico no puede estar por encima de la humanización de la persona en otros niveles.
Genial me parece la idea de prohibir las importaciones de empresarios israelí que provenga de la Franja de Gaza: es un rechazo concreto del colonialismo como estrategia de desplazamiento de comunidades con fines económicos apoyada de una persistente y permanente violación de los derechos humanos de las personas que va más allá de un saludo a la bandera y una decisión protocolar. Eso no tiene por qué implicar una ruptura de las relaciones diplomáticas con ese país, pues la decisión tiene que ver con una inserción ética de Chile en el mundo global y no con un rechazo a Israel como nación que tiene el deber para insertarse pacíficamente en el conjunto de países de fijar sus límites territoriales.
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