análisis literario el sistema educacional adventista II

 ANÁLISIS LITERARIO EL SISTEMA EDUCACIONAL ADVENTISTA II

Con el fin de no agotar un tema en un sólo artículo hemos decidido escribir varios centrados en lo mismo y darle el mismo título a cada uno de los distinguiéndolos solamente por un número romano que indica que este es continuación de una serie. 

En el artículo anterior mencionamos las dos modalidades en que se concretó el sistema educacional adventista una formada por establecimientos educacionales en las ciudades y sus respectivas comunidades religiosas  y otra con establecimientos educacionales apartados del mundanal ruido en que la comunidad “estudiantil” y la comunidad “religiosa” eran la misma de una extraordinaria heterogeneidad. En ambas se estableció una interacción entre lo que hemos llamado enseñanza y educación interacción que se fue perdiendo en el tiempo, transformándose los colegios adventistas en establecimientos muy semejantes a otros. Nosotros hablaremos de la segunda modalidad tomando como referencia lo que en los primeros tiempos después de unos cambios de nombre se llamó Colegio Adventista de Chile. (CACH)

Un tiempo después de haber ingresado como misionero al CACH y extrañado por las características únicas de funcionamiento de este establecimiento educacional decidí hacer algunas averiguaciones sobre su origen y supe que primero se había instalado en Púa y fui a conocer el primer edificio en que había funcionado: una casona de dos pisos de no más de 200 metros cuadrado de construcción, la cual servía de salas de clases e internado de no más de 10 alumnos de ambos sexos de distintas edades y de distintos niveles de enseñanza ¿básica?, media y superior con carreras como “normalista”, Pastores, Instructoras bíblicas y Colportaje. Posteriormente se traslado al fundo Las Mariposas de Chillán. Ninguno de esos estudios con reconocimiento oficial del Estado. 

La enseñanza básica logró su reconocimiento en la década del cincuenta funcionando en un edificio propio, constituida fundamentalmente por alumnos externos, separado de lo que hoy llamaríamos enseñanza media y superior constituida en ese tiempo casi únicamente por alumnos internos, que conservó el nombre CACH. El personal de todas ellas estaba formado en ese entonces casi exclusivamente por adventistas.

Creo, no estoy seguro que por las mismas fechas que la enseñanza básica se separaba del resto la enseñanza media que en algún momento estuvo formada por una rama científico humanista y una técnico profesional: Comercial, obtenía el decreto de cooperador del Estado pero no la autonomía curricular ya que los alumnos debían ser sometidos a examen por los liceos de Chillán, esta autonomía recién llegaría en la década del 80. La separación de la enseñanza media en un edificio aparte de la enseñanza superior  sólo ocurriría al alborear el siglo XXI: Las  carreras de Pedagogía  en la década del 60 otorgaba títulos avalados por la Universidad de Concepción, quedando sólo sin reconocimiento sólo el área de Teología.

Posteriormente debido a iniciativas legales del gobierno militar que le quitaron el carácter de universitario a las pedagogía se tuvo con el apoyo de la universidad de Concepción la oportunidad de crear el IPA (Instituto Profesional Adventista) que se vio obligado a cerrar sus puertas debido a la sobrevaloración de los estudios universitarios y al ingreso forzado de las carreras a la Universidad, junto con la creación de diversas carreras de ingeniería. El crecimiento de la enseñanza superior obligó que existieran espacios separados para para cada uno de los niveles de enseñanza que en su origen funcionaban en el mismo espacio. Hoy día el nombre CACH sólo quedó reservado para la enseñanza Media.

¿Por qué la organización adventista decidió recorrer un camino tan largo para la oficialización de sus estudios. La respuesta: para no separar enseñanza de educación. Tema que hablaremos el próximo artículo