¿Le brilla el ojo a mi esposa?

 ¿LE BRILLA EL OJO A MI ESPOSA?

Cuando yo egresé de Enseñanza Media era un “perro mojado”: de mujeres nada de nada. Pero cuando ingresé a la Universidad Católica, sede Temuco que curiosamente en ese momento se llamaba Universidad de la Frontera  tomé pensión en Doctor Carrillo a no más de tres cuadras del lugar en que estudiaba, en la casa de un Carabinero casado con un hijo de esa unión y una hija de una anterior. La hija, mayor que yo me parecía preciosa y las veces que coincidían en la mesa yo la miraba embobado, esa fue la primera vez que me brillaba el ojo permanente y persistentemente. Pero a ella no le brillaba para nada, así que perdí toda oportunidad de adquirir experiencia sobre brillos de ojos ya sea propio o de otras.


Perdí miserablemente el tiempo en la universidad y me parece que no aprobé ninguna asignatura así que al otro año y por imposición de mi papá tuve que volver con el compromiso en el lenguaje de hoy de ponerme las pilas, ahora trató de recordar si existían en ese tiempo.


El primer día de clase con la actitud del que se mueve en un terreno conocido entré en , a la sala que era más ancha que larga de tal manera que todas y todos los alumnos(as) podíamos sentarnos en dos corridas, miré al fondo y vi a una hermosa señorita, con una actitud de despistada increíble había una silla vacía y nervioso me senté al lado de ella, lo de despistada creo que fue una ilusión óptica o de otro tipo porque cuando terminó el día de clase había socializado con más de la mitad del curso ¿Me brilló el ojo en ese momento? el hecho que al salir de clases descubrimos que un grupo vivía en el mismo sector cerca unos de otros y yo que vivía cerca de la universidad los acompañé no por la hermosa despistada sino por una morena simpatiquísima que en nuestra primera caminata juntos den el primer te me confesó que estaba perdidamente enamorada de un joven creo que de Loncoche. Adiós oportunidad de reponerme emocionalmente.


Al otro día  y durante toda la estadía nuestra en la Universidad, lloviera, tronara, nevara iba a dejar a la hermosa ex despistada a la casa de su cuñado uno al lado del otro conversando animadamente ¿de qué? sinceramente no lo sé Hasta que como se dice en las telenovelas que he visto muchas “me empezaron a pasar cosas con ella”. parece que me empezó a brillar el ojo y la miraba a ella esperando que le brillara también, pero na ni na, ¿que hago? para más remate la que yo sentía que era mi mejor amiga era uña y mugre con ella así que no tenía con que conversar, así que un día hice tripas corazón y le conté a la flaca lo que me pasaba, me miró con una cara tan rara que me dejó más confundido que antes  pero al encontrarse ella con Sonia, le dijo algo así como “ayer estuvimos hablando largo rato de ti”. Al separarnos y salir caminando insistió tanto en saber que había conversado así que me declaré, me dijo que si con tanta pena, el ojo no le brillaba para nada y cuando quise tomarle la mano me rechazó hasta que supieran su padres. Seguimos tal como estaba no recuerdo cuanto tiempo pasó hasta que pude andar de la mano con ella pero parece que otro tanto fue necesario para darle un beso. ¿Nos brillaban los ojos? sólo lo supe una vez que al irle a dar un beso vi que los suyos resplandecían de una forma especial y ella me dijo que los míos también cambiaban cuando estaba con ella.


Nos casamos y durante cincuenta años, unas veces los ojos brillaban, otras se apagaban y otras volvían a brillar. mi hija cuando cumplimos los cincuenta años de casado dijo que a su madre todavía le brillaban los ojos por mi. A mi también me ocurría los mismo aunque no con la frecuencia que habría querido. Con más de cincuenta años de matrimonio acostado tranquilamente al lado de mi esposa, contemplo detenidamente sus ojos verdes esperando ver ese brillo que me fascinaba, pero no está ¿estará en los míos? Si la siento más profundamente y me siento indisolublemente ligado a ella ¿por qué se ha apagado el resplandor?


Quiero hacer con ella un viaje a Italia, Contratar allí un equipo especialista en filmación Llegar al palacio de Verona, que ella se vista especialmente para mí, que se asome al balcón, con la luz de la luna iluminando su cara mientras que yo con mi mejor pinta de patipelado universitario asciendo por una escalera de cuerdas, declarándole mi amor con palabras ad hoc a mi condición, mirándola fijo mis ojos en su rostro, llego arriba, la abrazo, la beso y digo corten.


¿Nos revelará a ambos el misterio de la fuerza de nuestro vínculo? Brillarán los ojos de ambos o será una patética escena de tiempos idos que no se pueden recuperar?

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