Y AHORA QUÉ 1

 Y AHORA… ¿QUÉ? 1


Después de la que recibimos los del apruebo que implicó que las personas pertenecientes a las minorías que se explican en el borrador  y por lo tanto sus derechos volvieron a desaparecer o invisibilizarse el coletazo también se extendió al gobierno que como se le supone que representa a una minoría  se le exige  que abandone completamente su programa pues no tiene derecho a implementarlo.


Desde el estallido social la conducta política de los votantes ha seguido un camino que a primera vista se presenta como errático, los porcentajes obtenidos en las diferentes contiendas que se han realizado muestran una gran variación altísimo por el cambio de la nueva constitución y porque el mecanismo para elegirla fuera una convención con una configuración específica, también alta fue la votación de convencionales que estaban (así lo demostraron los hechos) por un cambio radical de la institucionalidad chilenas, sin embargo enel plebiscito el apruebo apenas alcanzó el 38% mientras que el rechazo un 62%. Lo que puede llevar a sospechar que primer porcentaje corresponde a la izquierda y el segundo a la derecha, Estamos de acuerdo que el primero se acerca a la realidad mientras que el segundo está bastante inflado debido al desaparecimiento casi total del centro aspecto que quedó claro con dos hechos el escaso porcentaje que obtuvo entre los convencionales y las declaraciones oficiales de este sector en que se inhabilitaban en el papel de moderadores que podrían cumplir una vez aprobado el borrador de la constitución en la implementación de las disposiciones transitorias.


Suponemos que un 33% de los que votamos apruebo (aproximadamente cuatro millones) rechazaremos cualquier constitución que no ponga de relieve todos y cada uno de los aspectos que se destacaron  en el borrador rechazado, por lo que suponemos que en la próxima votación la nueva constitución se aprobara por un 66% y un rechazo del 33%, a menos que aparezca un centro político fuerte de carácter laico y no religioso porque estamos seguros que fuera de ser una lucha anticomunista (se confunde el comunismo con lo estatal) fue una lucha entre el laicismo y la religiosidad la que se dio en el último plebiscito.


Los que somos de izquierda y también religiosos, estando completamente de acuerdo con el borrador de la constitución como carta magna para todo el país, (no sólo para nosotros) reconocemos que en la actitud de muchos convencionales se dejó traslucir el resentimiento acumulado por años contra aquellos que asumieron posiciones dogmáticas para su vida (para lo cual deben tener pleno derecho) y también para para la vida de otros (para lo cual no tienen (NINGÚN DERECHO).


LLEGÓ EL MOMENTO DE REALIZAR UN ACUERDO SOCIAL EXPLÍCITO EN QUE QUEDEN CLARAMENTE DELIMITADOS LOS AMBITOS PUBLICOS Y PRIVADOS Y LAS RELACIONES ENTRE AMBOS. ESTE ES UN DIALOGO PREVIO AL FUNCIONAMIENTO DE CUALQUIER ORGANISMO QUE PRETENDA REDACTAR UNA CONSTITUCIÓN.


DAD AL CESAR LO QUE ES DEL CESAR Y A DIOS LO QUE ES DE DIOS. Y NO QUITEMOS A  NINGUNA PERSONA LO QUE ESTE MISMO DIOS NO LES HA QUITADO: SU LIBERTAD.

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