La posición rechazo de la iglesia católica

 EL APRUEBO Y EL RECHAZO DENTRO DEL AREA RELIGIOSA 

Este artículo está basado en una declaración de los obispos de Chile frente a la propuesta constitucional. Bajo el título discernimiento informado y voto en conciencia  se afirma que el desafío es discernir si el texto ofrecido nos dota o no de un marco social y jurídico adecuado para edificar la paz, la solidaridad y la justicia en nuestra patria, asegurando el funcionamiento social que lo haga posible y permita encauzar las demandas de la ciudadanía, especialmente de los más vulnerables”, siete criterios con los que en un principio podríamos estar de acuerdo, si no fuera porque le confiere a una constitución un poder que no tiene, tendencia que cobró fuerza durante el reinado de Napoleón Bonaparte y que bajo diferentes códigos se ha reforzado hasta hoy día. Por otra parte se afirma “ que los obispos preocupados por la vida y el desarrollo de nuestro pueblo ofrecemos nuestras orientaciones para iluminar desde la Palabra de Dios la conciencia de todos…. Lo hacemos desde la Doctrina Social de la iglesia fundada sobre principios y valores esenciales.La dignidad de la persona humana, bien común, la subsidiaridad y la solidaridad y otros principios derivados como la verdad y la libertad, la justicia, la paz y la caridad.

Bajo el título Valoración ético social de la propuesta constitucional señala que el cómo organizar la casa común es opinable y que es legítima una pluralidad de opciones y que es obligación formar sus convicciones mediante un adecuado discernimiento leyendo el texto y escuchando voces autorizadas en las materias para así juzgar la pertinencia. Con esta afirmación la iglesia católica vuelve a reafirmar su posición que ha mantenido por siglos a la lectura de un texto ético hay que agregarle la voz autorizada lo que viene a reafirmar nuestra posición que las constituciones se necesitan por: Existencia de personas que no están autorizadas para pensar por si mismo (queremos una nueva constitución pero una buena) no de la persona común sino la de los que saben, la de los iluminados) personas con baja autoestima que no se creen capaces de aportar algo bueno, personas que para poder aportar al bien común deben partir de sus convicciones, no de las de los demás. Personalmente no quiero construir un mundo en que sólo yo me sienta cómodo sino también los otros. También dicen que aprecian la propuesta sobre los derechos sociales, el reconocimiento de los pueblos originarios, el medio ambiente y que hacen una valoración negativa de las normas que permiten la interrupción del embarazo, la que dejan abierta la posibilidad de la eutanasia , las que desfiguran la comprensión de la familia, las que registren la libertad de los padres sobre la enseñanza de sus hijos y las que plantean algunas limitaciones en el derecho a la educación y la libertad religiosa. 

Al analizar la exposición detallada de cada uno de los puntos mencionados anteriormente uno no puede dejar de llegar a la conclusión que este texto de los obispos chilenos constituye un rechazo casi completo y explícito del texto constitucional propuesto y que como tal podría llegar a constituirse en el marco teórico de la posición rechazo y como ellos afirman en Chile se ha producido una modificación profunda de las visiones antropológicas antes existentes y nosotros agregamos que epistemológico y que para dilucidar estas cuestiones tendríamos que ponernos de acuerdo en aspectos esenciales sobre el papel de la información en la organización y función del Estado. Como es su costumbre los obispos llaman al diálogo pero para nosotros este es prácticamente imposible cuando las conclusiones y los acuerdos están establecidos antes que se inicien.

Antes de terminar quiero dejar establecido algunos puntos: si tuviera veinte años y me quisiera casar haría un examen profundo de mis inclinaciones sexuales y sólo contraería matrimonio con una persona de mi misma tendencia y que no fuera partidaria del aborto y tuviera una concepción de la familia específica y que juntos veláramos por el ejercicio de la libertad y autonomía de nuestros hijos. Bajo ese contexto no tengo problemas de votar apruebo pues mi conducta nunca estaría determinada por un texto sino por una profunda convicción ética.