CARTAS A MIS NIETOS 7B

 CARTAS A MIS NIETOS 7B

Queridos nietos;

En la carta 7A quise hacer un breve panorama de lo increíble que era la experiencia de vivir en el CACH. Conocer gente de distintos países, distintos entornos sociales y distintas edades es impagable y que todas ellas puedan vivir en armonía es más extraordinario aún, pero hacerlo y aprovechar toda su riqueza había que ser increíblemente flexible y eso, a veces se daba y otras no, las amistades que ahí se hacen son muy sólidas y configuran una red de apoyo permanente, a pesar de que tanto niños como niñas habían compartido un amor común.

Llegué allí antes de cumplir 30 años y a veces tuve ganas de participar en sus bromas y actividades y entonces inevitablemente tuve que plantearme la pregunta que es adulto y me di varias respuestas para no intentar vivir ahí mi infancia y mi adolescencia perdida (no en el sentido lastimero sino factualmente) y me di las siguientes respuestas: un adulto es el que señala las direcciones, un adulto es el que ordena la micro, un adulto es el que no se enoja por tonteras, un adulto es el que tiene sentido del humor, un adulto acepta las fallas del otro, un adulto es el que acepta la exploración como una necesidad de desarrollo, un adulto es el que pelea sabiendo que tiene que ganar por el bien del otro que también tiene que ganar y un adulto es el que sabe portarse como niño o adolescente cuando sea necesario y por último un adulto es el que sabe que no existen ni los niños, ni los adolescentes, ni los jóvenes y viejos puros. 

Y yo no era ninguna de esas cosas sino una mezcla híbrida que sólo quería tratar a los demás como me gustaría que me trataran a mi, ahora con mayor conocimiento y experiencia he tomado conciencia de la participación del otro en mi desarrollo, es por eso, que en un ambiente como el que existía en el CACH se prestaba para que los alumnos construyeran su identidad con los mas variados elementos produciéndose así una subjetividad integral, capaz de acoger la propia y la de una variedad de los “otros”. En eso consistía la riqueza de educación adventistas que por razones incomprensibles ha sido desmantelada poco a poco.

Queridos nietos: 

Desearía que fueran plenamente feliz en cada una de las etapas de su desarrollo: que adquirieran variadas experiencias con variados tipos de gente. No sé cuando van a leer esta carta o si alguna vez lo van a hacer, en todo caso si no le sirve a ustedes puede que le sirva a sus nietos y ellos puedan basándose en el párrafo dos evaluar en que tipo de personas se están transformando, que tengan muchos amigos, que sepan quienes son y sean capaces de comprender y acoger al otro, no discriminadores, que sepan elegir porque saben lo que quieren y están buscando, que su interés en la vida esté en las personas y no en las cosas, capaces de amar y dar amor no por la perfección del otro sino por lo que puedan construir juntos. 

PARA ESO SU VIDA DEBERIA SER UNA AMPLIACION CONTINUA DE SUS HORIZONTES