A propósito del coronavirus el aforro (el aforo)

 A PROPÓSITO DEL CORONAVIRUS EL AFORRO (EL AFORO)


Desde el inicio me traté de imaginar cuántas personas ocuparían la calle si todas tuvieran distribuidas en todas direcciones  separadas por 1,5 metros, tomando en cuenta el ancho promedio de cada una de ellas mi respuesta fue 24, es decir, se necesitarían más de 120.000 cuadras para que los habitantes de Santiago respetaran el distanciamiento social y entonces llegué a la conclusión que exigirlo incluso para cifras menores iba a ser imposible y los porfiados hechos me lo confirmaron era cuestión de tiempo que esta medida perdiera su razón de ser.


 Hoy día se ha dejado de insistir en ella y ya empieza a hablarse sólo del uso de la mascarilla como medida preventiva. Para información el metro de Santiago nunca la respetó y a la primera oportunidad se la echó al bolsillo. Hoy día en que se planea a partir del 1 de marzo volver a las clases presenciales, la mejor broma que padres y apoderados pueden hacerle al MINEDUC es que todos los alumnos matriculados asistan a los establecimientos educacionales en esa fecha y que en ese mismo día inspectores sanitarios exijan que en esos colegios se cumplan estrictamente las medidas de seguridad.


En uno de estos días escuché una conversación de idiotas que para mayor abundamiento transcribo para ustedes:


Hijo: ¿te habías dado cuenta que el gobierno no puede dar ninguna garantía de seguridad si todos los alumnos exigen  ahora clases presenciales.

Padre: podría ser, pero como tú hace ratito que pasaste por esa etapa, no me preocupo

Hijo: yo tengo la solución 

Padre: ¿Y cuál es esa?

Hijo: vestir a todos los alumnos de buzo que tenga una escafandra y un tanque de oxígeno con un aparato de comunicación incluido

Padre ¿y quien pagaría ese equipo?

Hijo los padres y apoderados en12 cuotas mensuales precios contado y sin intereses

Padre ¿ y ellos de dónde sacarían la plata?

Hijo De la que iban a gastare en uniforme, libros y útiles escolares


Y la conversación continuó pero la explosión de un bus que se estaba quemando me impidió oír su continuación 

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