A propósito del coronavirus el empobrecimiento emocional

 A DEL CIVID19 EL EMPOBRECIMIENTO EMOCIONAL

Estaba en la playa entusiasmado conversando con una hermosa joven contándole lo feliz y lo realizado que me había sentido y lo heroico que había sido en el trabajo que realizaba, ella me escuchaba con paciencia y condescendencia y hablé tanto que al terminar me fui avergonzado conmigo mismo de interrumpir su vida con el deseo de todos los viejos que quieren seguir siendo importantes a pesar que la sociedad nos ha dejado fuera de la vida y los que se preocupan de nosotros lo hacen sólo si le traemos un beneficio económico.

He escuchado que por estos días se discute la aprobación de la ley de eutanasia la que no debería ser un objeto de debate ni de opinión de nadie sino un derecho natural de todos los seres humanos que a determinada edad no pueden encontrarle significado y sentido a su vida porque la sociedad se lo impide y sin embargo hasta cierto momento fueron capaces de vivir una vida plena llena de significado y sentido.

A propósito del covid19 se nos han quitado todos nuestros derechos: la familia y los seres queridos en primer lugar, nuestras relaciones sociales en segundo, los símbolos con los que nos queremos engañar por nuestras pérdidas, el derecho al duelo, el de tener la cantidad de figuras significativas que queremos, el de enterrar a aquellos que verdaderamente son nuestros muertos, el de abrazar al que por tanto tiempo fue nuestro compañero de ruta, el de tener sueños y aunque sea una visión retrospectiva de nuestra vida, el de elegir el momento en que queremos pasar al olvido. 

En esta etapa de la vida a uno no sólo lo jubilan del trabajo, sino también de la familia,  fsocial, cultural y económicamente y lo peor lo jubilan emocionalmente. Tienen una excusa ahí están nuestros nietos, pero con todo no son ni tampoco debieran ser nuestro proyecto de vida, los regaloneamos, los apoyamos, los contenemos, los protegemos, los aconsejamos, pero desfasados de la vida, lo que nos impide educarlos. Con todo es una obra maravillosa capaz de justificar nuestra existencia. Pero si nos los quitan que nos queda.

Mirar por una ventana y sentir primero como se nos van primero nuestros pensamientos, después lo demás y por último la vida. Lenta y horrible eutanasia.

PREFIERO LA RÁPIDA, LA DIRECTA, LA FRANCA, LA COHERENTE CON EL LUGAR QUE OCUPAMOS EN LA SOCIEDAD.