La educabilidad

 LA EDUCABILIDAD


Es indudable que si queremos hablar de educación tenemos que señalar la educabilidad que es una característica que poseen todos los seres vivos pero que en los seres humanos tiene denotaciones y connotaciones especiales. Nuestra primera intención empezar a hablar del sujeto de la educación y señalar ahí sus habilidades y características pero rechazamos la idea porque el título podía prestarse a confundir enseñabilidad con educabilidad además de prestarse para hacer las discriminaciones que luego señalaremos..


Si usted busca en internet “El sujeto de la educación” usted encontrará que sea lo que sea esto se transmite desde una persona a otra, estando la mayoría de las veces el transmisor en mejores condiciones o ser mejor que el receptor, situación que si bien puede ocurrir así, no se da la mayoría de las veces, supone también que alguien estructura un mensaje y de esta manera lo transmite, también que existe personas educadas y otras que no lo son, o sea, son ignorantes, afirmaciones a las que les podemos hacer las mismas observaciones que hemos hecho y agregar otras nuevas. 


Queremos aclarar desde el principio de que nuestra postura apunta a reconocer  que para nosotros  no existen personas educadas y otras que no lo son sino que todas tienen esta característica y que la educación es un resultado natural de un proceso universal para todos los seres humanos, cuyo soporte importante pero no único es la enseñanza entendida como proceso consciente e intencional que inicia una persona para lograr en otro sus propios fines que muchas veces pueden no coincidir o ser contrarios a los del sujeto que quiere ser afectado.


Para aclarar lo que venimos diciendo es necesario que en primer lugar tratemos de aproximarnos al concepto de educabilidad.


Herbart supuesto creador del término se refiere a ella  así: El concepto fundamental de la pedagogía es la educabilidad del alumno... El concepto de educabilidad (ductilidad, plasticidad) es de más basta extensión . Se extiende casi hasta los elementos de la materia (...)  De la educabilidad volitiva se encuentran rastros en las almas de los animales más nobles. Pero la educabilidad de la voluntad para la moralidad sólo la reconocemos en los hombres.


Referente a esta cita queremos observar que para nosotros el concepto de educabilidad es el que mejor explica  la maduración y desarrollo de los seres vivos con sistema nervioso y es fundamental para entender la diferencia entre los animales y los seres humanos pues en estos últimos posee rasgos distintivos y que no es necesario basarse en la pedagogía para que un ser humano posea una educación adecuada. 


También queremos referirnos a que implícitamente este autor habla de diferentes tipos de educabilidad con lo que podemos estar parcialmente de acuerdo ya que postulamos una visión más integral del ser humano en las que las facultades (entendidas al principio como potencialidades para terminar en una configuración mucho más amplia) físicas, mentales y espirituales existen en el, desde el momento de su concepción. 


De pasada lamentamos que basados en Herbat los seres humanos nos hayamos acostumbrados a diferenciarnos de los animales únicamente por la existencia de una voluntad orientada hacia la moralidad lo que ha conducido a visiones unilaterales del ser humano.


La importancia de la educabilidad en el ser humano queda mejor caracterizada por la siguiente cita:


La educabilidad es un modo esencial del hombre, que le hace capaz de perfeccionamiento y consecuentemente llegar a ser lo que es. Nace en la peculiar forma de ser del hombre (ser abierto a), se desenvuelve en el equilibrio dinámico “tensión hacia” y se orienta hacia la actualización o realización personal. La realización personal le convierte en autor de su vida.


A esta cita sobre educabilidad le vamos agregar a la educabilidad como rasgo principal la capacidad del ser humano que lo habilita  para procesar, elaborar y transmitir información lo que como resultado produce en él lo mencionado más arriba y como todos y cada uno de ellos (salvo situaciones excepcionales) es capaz de hacer eso y por lo tanto en todo momento la persona de acuerdo a su etapa de desarrollo y su contexto vital está educado.


Ha llegado el momento de plantear que existen dos tipos de vías para aprovechar esta habilidad  la vía que viene desde afuera , o sea, viene del otro (heteroeducabilidad)  y la vía que procede del uso personal de las facultades de cada uno (autoeducabilidad) que le permite aprovechar su experiencia.


Reconocemos la existencia de ambos tipos también en los animales, pero en el ser humano son cualitativamente diferentes como lo reconocen todos los que han estudiado el tema. Nosotros que poseemos una antropología bíblica postulamos que está educabilidad se explica por la declaración antropológica que aparece en génesis   1:26-27 (dos versículos cuyo significado es inseparable) Y dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen conforme a nuestra semejanza y señoree sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos sobre las bestias sobre toda la tierra y sobre todo reptil que se arrastre sobre la tierra Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra lo creó.


La educabilidad que forma parte de la imagen de Dios en el hombre posibilita que se constituya en un ser libre y responsable y le da derecho a Dios a pedirle cuenta de su uso ya que cuando nace posee una  jerarquía mental regida por la facultad espiritual en el  ejercicio conjunto de las tres facultades explica el origen de otras como la social y la emocional.


Antes de terminar quisiera afirmar  que la educabilidad inherente a cada ser humano puede ser alterada negativamente por la enseñanza haciéndolo disminuir el funcionamiento de tres funciones importantes que Dios quiso otorgarle al ser humano: el señorío, la mayordomía y la capacidad de comunicarse para conocer al otro y elaborar un proyecto conjunto con él.

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